Está formada por personas con sordoceguera de 18 a 35 años, un colectivo muy vulnerable debido a la etapa crucial de la vida en la que se encuentran, en la que tienen que lidiar con las barreras y restricciones que se les presentan por su condición y además, crear una identidad propia como personas jóvenes y con una discapacidad específica, la sordoceguera.